Prescripción de opioides e inadecuación en el uso de estos fármacos 2011-2021. (OPI-SNS)

Grupo de Investigación de Valencia - RD21/0016/0006: IP Isabel Hurtado
 
El dolor es el principal motivo de consulta en la población adulta y uno de los que más afecta su calidad de vida. La International Association for Study of Pain (IASP) propone definir el dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial” influenciada en diferentes grados por factores biológicos, psicológicos y sociales. El manejo eficaz del dolor es un importante problema de salud pública, ya que millones de pacientes continúan sufriendo dolor sin acceso a un tratamiento adecuado para aliviarlo. El acceso a analgésicos opioides, medicamentos no opioides y complementarios, es el pilar del tratamiento del dolor. La OMS ha formulado directrices para el tratamiento de este, incluido el alivio del dolor ocasionado por el cáncer en niños, adolescentes y adultos. Si se produce dolor, se deben administrar rápidamente los medicamentos por vía oral en el siguiente orden: no opioides (aspirina y paracetamol); luego, según sea necesario, opioides suaves (codeína); luego opioides fuertes como la morfina, hasta que el paciente esté libre de dolor.

 

Fuente: Pain Management and Other Clinical Use (unodc.org)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los opioides tienen efectos analgésicos y sedantes. Entre los opioides se incluyen la heroína, la morfina, la codeína, el fentanilo, la metadona, el tramadol y otras sustancias análogas. Su uso inadecuado puede provocar efectos adversos como dificultades respiratorias o una sobredosis que pueden llevar incluso a la muerte.

El incremento del consumo de opioides de prescripción médica en algunos países (fundamentalmente en EEUU, Canadá y algunos países centroeuropeos) se ha asociado a un importante incremento en la prevalencia del trastorno por uso de opioides y al de muertes por sobredosis que se ha calificado como “epidemia de opioides”.

España ha sido tradicionalmente un país con bajo consumo de opioides, pero el crecimiento en las dos últimas décadas ha sido extraordinario, más que doblándose entre 2010 y 2018, a expensas de un incremento de los llamados opioides “menores” (como el tramadol) pero también de los “mayores” (como el fentanilo, tapentadol, oxicodona, buprenorfina) mientras el consumo de morfina permanece estable.


Utilización de medicamentos opioides en España. https://www.aemps.gob.es/medicamentos-de-uso-humano/observatorio-de-uso-de-medicamentos/utilizacion-de-medicamentos-opioides-en-espana/

 

Utilización de medicamentos opioides en España. https://www.aemps.gob.es/medicamentos-de-uso-humano/observatorio-de-uso-de-medicamentos/utilizacion-de-medicamentos-opioides-en-espana/

La escasez de información limita la adopción de estrategias de política y gestión sanitaria y estrategias clínicas, que permitan combinar un adecuado control del dolor crónico con la minimización de los efectos adversos de los opioides.

El proyecto OPI-SNS construirá una cohorte poblacional que, a partir de las personas residentes en las 4 CCAA participantes (Comunidad Valenciana, aprox. 5 Mill.; Aragón, aprox. 1.3 Mill.; Cataluña, aprox. 8 Mill.; Navarra, aprox. 0.66 Mill.) seleccionará los episodios incidentes de tratamiento con opioides de prescripción en el periodo 2011-2021 en una primera fase (aunque al tratarse de una cohorte dinámica se actualizarán los datos periódicamente) y permitirá el desarrollo de trabajos que puedan dar respuesta a muchas de las incertidumbres actuales, conformando una información esencial para orientar las estrategias de mejora del manejo del dolor en el SNS.

Esta cohorte generará información sobre:

  • la evolución anual de las tasas de tratamiento en el dolor oncológico, dolor crónico no oncológico y otros tipos de dolor, sobre los cambios en los patrones de prescripción, tanto en características de las personas como de los tratamientos y su duración.
  • la proporción de tratamientos potencialmente inadecuados y las características de los pacientes (incluyendo el análisis por género).
  • tratamientos y organización sanitaria asociada a la prescripción de tratamientos potencialmente inadecuados, el consumo de recursos sanitarios de los pacientes tratados con opioides, los resultados a medio-largo plazo.
  • evaluará el impacto de la Nota informativa de la “AEMPS informa sobre la importancia de respetar las condiciones de uso autorizadas para minimizar el riesgo de abuso y/o dependencia con los medicamentos que contienen Fentanilo de liberación inmediata”, del 21 de febrero de 2018.
  • evaluará la asociación entre duración del tratamiento del episodio inicial y la incidencia de hospitalizaciones por “trastorno por uso de opioides”.

Esta información es esencial para la definición de políticas sanitarias y de gestión clínica del SNS.

 

Referencias: