FORM-EE es un proyecto nacional para medir el impacto del formato sobre la comprensión de estudios económicos. ¡PARTICIPA!
Grupos de investigación: Servicio Canario de la Salud, Instituto de Salud Carlos III y Hospital Universitario Costa del Sol.
Las autoridades responsables de la toma de decisiones de política sanitaria, los gestores y los profesionales encuentran en las evaluaciones económicas un componente informativo de máxima relevancia para decidir sobre la financiación o prescripción de tecnologías sanitarias alternativas, teniendo en consideración tanto los resultados de efectividad como los costes.
Al mismo tiempo, los economistas de la salud a menudo no pensamos en estos públicos no técnicos y presentamos nuestros resultados en formatos poco comprensibles para ellos. Aunque algunas guías de evaluaciones económicas dan recomendaciones sobre las buenas prácticas de presentación, estas pueden ser insuficientes para lograr una buena comunicación y transferencia a audiencias no técnicas. De hecho, un análisis de 31 guías de todo el mundo descubrió que solamente 5 de ellas contienen recomendaciones sobre las formas adecuadas de presentación para el público no técnico (Sullivan 2015).
Existe evidencia sobre los desafíos que puede tener para los decisores comprender conceptos técnicos como los años de vida ajustados por calidad (AVAC) o el plano de coste-efectividad (Oliva 2010, Chen 2007, Williams 2008). En España, los decisores han informado de problemas de comprensión de los métodos económicos, exceso de componentes teóricos y falta de realidad de los resultados (Oliva 2010). La interpretación del resultado es especialmente difícil cuando la intervención evaluada es más efectiva pero también más costosa que el comparador. En estos casos se calcula la ratio de coste-efectividad incremental (RCEI), que en los análisis coste-utilidad está expresado como euros (u otra moneda) por un AVAC ganado. La decisión final de si la intervención es coste-efectiva o no depende luego del umbral de coste-efectividad, también llamado disponibilidad a pagar. Por lo tanto, el usuario de la evaluación económica debería comprender varios conceptos a la vez (AVAC, RCEI, umbral) para poder interpretar los resultados.
Una presentación más simple pero precisa de los resultados podría aumentar la comprensión de la información ofrecida, y, quizás, contribuir a su mayor utilización y transferencia. También permitiría a los decisores defender mejor las decisiones basadas en evaluaciones económicas (Sullivan 2015). Es complejo ofrecer información simple pero sólida sobre evaluaciones económicas a un público no técnico (Thurston 2008). Debe lograrse un equilibrio apropiado para que la información sea comprensible mientras se mantiene la integridad y la precisión técnica de la evaluación económica. Al simplificar demasiado la información técnica se pueden perder matices importantes que son relevantes para la toma de decisiones.
A partir de estas necesidades y desafíos nace el proyecto de investigación FORM-EE (PI20/00815), cuyo objetivo es medir el impacto de diferentes formatos sobre la comprensión de datos económicos, con el fin de mejorar la difusión y diseminación de las evaluaciones económicas tanto a los decisores como a otros públicos no técnicos. A través de una encuesta on-line anónima presentamos aleatoriamente uno de los formatos de resumen de un mismo estudio económico; para la población general se ha diseñado un texto en términos sencillos, infografía y video-resumen, mientras que para los profesionales se presentan los resultados más precisos en formato de resumen ejecutivo y policy brief.
Actualmente está abierta la encuesta a profesionales (gestores, clínicos y metodólogos en evaluación de tecnologías sanitarias). Si tienes uno de estos perfiles y quieres contribuir a este proyecto, por favor, accede a la encuesta aquí: https://t.ly/OUQ62
Ayúdanos a mejorar la forma en la que se presentan los resultados de la evaluación económica de tecnologías sanitarias. Porque SOLO UNA INFORMACIÓN COMPRENDIDA ES ÚTIL.
Referencias: